Principales efectos del envejecimiento en los ojos: patologías y molestias que debes conocer

Enfermedades oculares a partir de los 60 años

Muchas personas caen en el error de pensar que con revisar si la graduación ha cambiado, ya estamos cuidando de nuestra salud visual. Sin embargo, hacer un chequeo de la graduación solo es parte de los cuidados que nuestros ojos necesitan. 

Esto se evidencia especialmente al llegar a la tercera edad. Al igual que con el avance de la edad, nos revisamos con mayor periodicidad el corazón, el colesterol o la tensión, es fundamental revisar la vista para asegurarnos de que nuestros ojos se mantienen sanos y descartar posibles patologías asociadas a la edad. 

A continuación te contamos cuáles son las molestias y patologías oculares más comunes que aparecen con la edad en las que fijarte a partir de los 60 años. 

Molestias y consecuencias del envejecimiento natural del ojo

Molestias oculares que aparecen en la tercera edad

Si tienes más de 60 años, es muy probable que te estés alejando de la pantalla para poder leer las líneas o hayas notado una pérdida de la calidad de la visión. No eres el único, según la Encuesta Europea de Salud en España, el 23,24% de las personas mayores de 65 años en España presenta algún tipo de deficiencia visual. 

Sin embargo, no todos los problemas oculares vienen dados por la aparición de patologías, sino que muchos son efectos que aparecen de forma natural por el proceso degenerativo asociado al envejecimiento. 

De esta forma, algunas de las molestias más comunes asociadas a la edad son: 

  • Cambio de color del cristalino: desde el blanco hacia un tomo amarillo o marrón. Este cambio de coloración se debe a la exposición a la luz ultravioleta a lo largo de los años, al viento y al polvo. Asimismo, el aumento de transparencia de la esclerótica puede dar lugar a una tonalidad azulada. 
  • Presbicia: al contrario de lo que muchos creen, la vista cansada o presbicia no es una patología, sino un proceso degenerativo del ojo natural asociado al envejecimiento. Aparece a partir de los 40 o 45 años y no se puede prevenir o revertir. El cristalino pierde elasticidad y capacidad de acomodación y enfocar objetos de cerca.  
  • Sequedad ocular o xeroftalmia: con la edad, la producción de lágrimas disminuye, así como el número de células mucosas de la conjuntiva, por lo que es más difícil mantener el ojo húmedo. No obstante, en la vejez, el lagrimeo puede ser muy significativo cuando el ojo está irritado, como por ejemplo al cortar una cebolla o al entrar un cuerpo extraño en el ojo. 
  • Enoftalmos: en ciertas personas de edad avanzada, la grasa acumulada en torno a la órbita se contrae, lo que provoca que el glóbulo ocular se hunda dentro de la cuenca del ojo. Asimismo, la laxitud de los tejidos debido a la edad también puede ocasionar que la grasa de la órbita se protruya hacia afuera en los párpados, creando un efecto de ojos constantemente hinchados
  • Los músculos encargados de regular el tamaño de la pupila se debilitan con la edad, provocando que reaccionen más lentamente a la luz y se dilaten más despacio en la oscuridad. Debido a esto, las personas mayores de 60 años pueden percibir con menos brillo los objetos o sufrir deslumbramientos al salir al exterior o encontrarse frente a luces potentes en la oscuridad, como un coche que viene de frente. También pueden experimentar molestias al pasar de un ambiente iluminado a uno más oscuro, consecuencias particularmente acentuadas cuando se combinan con las cataratas. 
  • Ectropión: con la edad, los músculos encargados de cerrar y abrir los párpados pierden fuerza. Si a esto le añadimos el efecto de la gravedad y la pérdida de elasticidad y volumen de la piel del párpado, en ocasiones se da una caída del párpado inferior, que puede separarse del glóbulo ocular. 
  • Entropión: igualmente, el párpado inferior también puede volverse hacia adentro debido a la edad, provocando que las pestañas rocen el globo ocular. 
  • Ptosis palpebral: también conocida como blefaroptosis, esta afección consiste en una caída o descenso del párpado superior, ocluyendo una parte del ojo. Coloquialmente se conoce como párpado caído y cuando se presenta en el nacimiento o durante el primer año de vida, se llama ptosis congénita.  
  • Arco senil: es un depósito de sales de calcio y colesterol que se presenta como un anillo blanco, grisáceo o azuloso alrededor del borde de la córnea. Es frecuente en las personas mayores de 60 años y no afecta a la vista ni interfiere en la agudeza visual. 
Arco senil, molestias oculares frecuentes a partir de los 60 años

Patologías visuales asociadas a la edad: en qué fijarte

Determinadas enfermedades oculares tienen mayor incidencia durante la vejez. A continuación hablamos de las patologías oculares más habituales que se presentan al llegar a la tercera edad y a qué síntomas estar atento.  

Cataratas, la principal amenaza de tus ojos al envejecer ¿qué son y cómo saber si están al caer? 

La lente de nuestros ojos es el cristalino, la parte más clara que ayuda a enfocar la luz. Las cataratas son un área opaca o nublada en el cristalino que causa una pérdida de visión progresiva e indolora en la que se pierde el contraste y se ven halos alrededor de las luces.  

1 de cada 5 personas con edades comprendidas entre los 65 y 74 años de edad desarrollan cataratas, y aproximadamente 1 de cada 2 personas mayores de 75 años las sufren. 

Las cataratas son la principal causa de ceguera en el mundo. 

La buena noticia es que las cataratas son reversibles, ya que pueden tratarse antes de que lleguen a producir ceguera mediante una intervención en la que el cristalino es extirpado y reemplazado por un cristalino artificial. 

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Es imprescindible acudir a exámenes oculares de manera regular, utilizar gafas de sol para proteger los ojos de los rayos ultravioleta B, no fumar y reducir al máximo el consumo de alcohol, ya que estas dos sustancias están directamente relacionadas con la aparición de las cataratas. 

El glaucoma, qué es y por qué debe detectarse a tiempo

El glaucoma es un trastorno en el que la presión en el fluido intraocular es demasiado elevada. No presenta síntomas o dolor en las etapas tempranas. Sin embargo, si no se trata a tiempo, el glaucoma puede resultar en pérdida de la visión y ceguera. 

Al igual que en el caso anterior, una detección temprana es crucial para minimizar su impacto. El tratamiento para reducir la presión intraocular puede consistir desde gotas para los ojos, medicamentos, tratamientos con láser e incluso cirugía. 

DMAE o Degeneración Macular asociada a la Edad

La Degeneración Macular por la Edad es la causa más frecuente de ceguera en las personas mayores. Esta enfermedad consiste en una lesión de la retina debido a acumulación de impurezas y sustancias de desecho en la mácula, tejido encargado de la visión central.  

Al afectar la parte del ojo que fija la vista de forma central, la visión cercana se ve muy limitada, dificultando tareas como la lectura, reconocer objetos o rostros. Sin embargo, la visión periférica se mantiene.  

Algunos de los síntomas que avisan de que la DMAE está tocando a tu puerta son:

  • Visión doble
  • Distorsión en la visión de líneas rectas
  • Enrojecimiento o hinchazón de ojos o párpados
  • Destellos de luz
  • Pérdida de visión repentina o ver todo oscuro
  • Dolor en los ojos

Retinopatía diabética

La retinopatía diabética es una de las complicaciones más frecuentes de la diabetes tipo dos, enfermedad que se da principalmente en personas mayores. Puede conducir a la ceguera si no se trata a tiempo o no se siguen de forma rigurosa las pautas de alimentación, ejercicio, estilo de vida y medicamentos adecuados. 

La retinopatía de la diabetes puede manifestarse de diversas formas en función de las lesiones que pueden ocurrir, desde: 

  • Escotomas, “manchas” o hebras flotantes en el campo visual por hemorragias en la retina.
  • Mala visión central debido a lesiones en la mácula
  • Visión borrosa
  • Pérdida de visión
  • Zonas de la visión oscura
  • Visión variable

Desprendimiento de retina

El desprendimiento de retina es una emergencia médica que requiere acudir a urgencias de forma inmediata. Este problema ocular grave puede darse a cualquier edad, aunque habitualmente se presenta en la tercera edad. 

Afecta aproximadamente a 1 de cada 10.000 personas en España y tiene mayor incidencia en las personas miopes o que tienen un familiar que ya han sufrido una. Se produce cuando la retina se separa de la parte posterior del ojo sin desgarros ni roturas de la misma. Afortunadamente no duele porque en la retina no hay terminaciones para el dolor, pero algunos síntomas son: 

  • Manchas flotantes
  • Destellos de luz repentinos
  • Pérdida parcial de la visión central   

Baja visión

La baja visión consiste en una pérdida significativa de la visión que no se puede corregir con gafas, lentillas o cirugías. Las personas que padecen baja visión tienen grandes dificultades para hacer actividades cotidianas como leer, hacer deporte, ver la tele, cocinar, o desplazarse, así como reconocer caras de personas conocidas o distinguir la señalización en la calle.

A pesar de que esta patología no puede tratarse con gafas o cirugías, existen instrumentos y aparatos especiales que mejoran la calidad de vida de las personas con visión baja. Estos soportes incluyen material de lectura con letras grandes o amplificadores de objetos, televisores de circuito cerrado y mecanismos de audio, etc. 

Consejos y precauciones para cuidar tus ojos a partir de los 60

Precauciones y consejos para cuidar de la salud visual a partir de los 60

El primer indicio para saber si corres un riesgo superior a la media de sufrir una enfermedad ocular al llegar a la tercera edad es fijarse si tienes antecedentes familiares con diabetes o tensión sanguínea elevada. 

Presta atención a las pistas que te dan tus ojos en cuanto a cambios en la visión, como problemas para ver bien en condiciones de poca luz, enrojecimiento, cuerpos flotantes, dolor, hinchazón, visión borrosa, doble o distorsionada. 

Evita el consumo de tabaco y alcohol, lleva una alimentación saludable con una dieta equilibrada y practica ejercicio físico. Hacerlo ha demostrado reducir el riesgo de desarrollar patologías oculares como cataratas, pterigión o degeneración macular. 

Igualmente, a partir de los 60 años, ten cuidado con las caídas y evita traumatismos en los ojos que pueden conducir a problemas oculares leves o graves.

Es de vital importancia someterse a revisiones visuales con regularidad, al menos una vez al año. 

Desde Medical Óptica Audición ponemos a tu disposición gabinetes visuales equipados con todo lo necesario para explorar el ojo a fondo y realizar una revisión integral y personalizada en la que detectar patologías tanto sintomáticas como asintomáticas.

Si notas cualquier síntoma de pérdida visual o cualquier sensación extraña o inusual en ti o una persona cercana, no dudes en pedir cita previa en el horario y centro que mejor te venga para una revisión completa y gratuita. Te daremos un informe detallado sobre tu salud visual y guiaremos a lo largo de todo el proceso.

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