
Mantener una buena higiene ocular es una práctica fundamental para cuidar tu salud visual. A lo largo del día y de la noche, nuestra piel y ojos entran en contacto con impurezas, partículas en suspensión del aire, la contaminación de la ciudad, humo, productos cosméticos, maquillaje, el sebo producido por la piel, sudor y la suciedad de las propias manos.
Todos sabemos cómo limpiar nuestra piel y hemos dado con los productos que mejor nos van en función de nuestro tipo de piel y preferencias, pero… ¿y los ojos? A continuación te damos algunos consejos sobre cómo hacer una buena limpieza de ojos. Además de gozar de un aspecto impecable y ganar en confort, estarás evitando irritaciones, infecciones y otras complicaciones similares.
Contenido
¿Cómo y cuándo limpiar los ojos?
Al lavarnos la cara por la mañana, también estamos limpiando la zona que rodea los ojos; esto es, los párpados y ojeras, el lagrimal, pestañas y cejas. El lavado de los ojos debe realizarse a diario, prestando especial atención al aseo ocular en caso de alguna infección, de tener un cuerpo extraño o antes y después de una cirugía ocular.
Debes tener en cuenta que en el contorno de los ojos tenemos la piel más fina y delicada de todo el cuerpo, con un grosor de entre 0,33 y 0,36 milímetros, por lo que es vital extremar el cuidado de esta zona.
Ya sea durante el lavado de esta zona, al desmaquillar los ojos, aplicar productos cosméticos o a lo largo del día, evita ejercer demasiada presión o frotarte los ojos con fuerza, generando fricción o tirones en la piel.
Para una limpieza ocular completa, humedece un algodón con agua tibia y pásalo por el lagrimal, párpados y ojeras. Para evitar una posible infección cruzada, es fundamental que uses un algodón o disco diferente para cada ojo, tanto al limpiar como al desmaquillar la zona.
Cuidado con las manos
Antes de llevarte las manos a los ojos, asegúrate de que estén impecables, para evitar problemas como infecciones oculares, conjuntivitis, ojo rojo, blefaritis, queratitis o contraer enfermedades contagiosas por virus o bacterias.
Los mejores productos para una buena higiene ocular
La mejor opción para limpiar el propio glóbulo ocular es el agua. Sirve tanto para sacar cuerpos extraños como fibras o partículas de polvo, así como para arrastrar al exterior impurezas o aclarar salpicaduras accidentales de productos químicos o dañinos como lejía, amoniaco, desengrasantes o detergentes.
Por su parte, para limpiar la piel del contorno de ojos en profundidad, es recomendable elegir productos como jabones, aguas micelares y limpiadores hipoalergénicos, sin perfume o alcohol y que vayan a respetar el ph del lagrimal y la piel.
Suero fisiológico
El suero fisiológico es una alternativa al agua que también es muy segura y amigable con los ojos, ya que su concentración de sal es igual a la de la sangre. Por eso, es compatible con nuestro organismo e ideal para el lavado ocular, sin provocar irritaciones o molestias. El suero fisiológico se emplea especialmente para tratar la conjuntivitis, con la ayuda de una gasa estéril.
*Nota: no se debe emplear el suero fisiológico como sustituto del colirio o lágrimas artificiales.
Toallitas estériles para los ojos
Las toallitas oftálmicas estériles vienen envasadas de forma individual y son otra versión del suero fisiológico. Contienen un activo limpiador con propiedades antisépticas, cicatrizantes e hidratantes; se debe evitar el contacto con el interior del ojo, realizando únicamente movimientos circulares sobre el contorno de ojos (párpado y ojera).
Hablemos de maquillaje y desmaquillantes
Aquellos y aquellas que utilizan maquillaje saben que tarde o temprano estarán obligados a desmaquillarse. Es importante utilizar siempre productos de calidad que no estén caducados y que cumplan con las normativas sanitarias, así como no compartir las brochas y demás productos personales con otras personas. Evita el uso de maquillaje en zonas sensibles del ojo, que puedan contribuir a la obstrucción de la lubricación natural y salida de lágrimas.
Retira el maquillaje antes de irte a dormir con agua micelar o aceites limpiadores que no irriten la piel y los ojos, evitando que se acumulen residuos o trazas de maquillaje en las comisuras de los ojos o pliegues de la piel, y aclara los ojos con agua tibia tras cada desmaquillado.
Recomendamos evitar a toda costa las toallitas desmaquillantes de un solo uso, que bloquean la glándula sebácea por arrastre del estrato córneo, aumentan la inflamación de la piel y pueden provocar irritación, aumento del acné y rosácea. Ten en cuenta que estas toallitas, a pesar de ser muy cómodas de usar, tienen un efecto similar a la lija con la delicada y frágil piel del contorno de los ojos.
Remedios naturales para limpiar los ojos: ¿sí o no?
Uno de los remedios naturales más populares para limpiar los ojos y tratar afecciones oculares como la conjuntivitis es la manzanilla, por sus múltiples propiedades antiinflamatorias que pueden ayudar a mejorar las molestias de la superficie ocular.
Sin embargo, la manzanilla o cualquier otro tipo de infusión no es una solución estéril, y la planta puede estar contaminada por ciertas partículas que alteren la superficie ocular, pudiendo causar infecciones. Ante molestias o problemas oculares, note la juegues, acude a la consulta de tu oftalmólogo para un diagnóstico y tratamiento adecuado.
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