La presión ocular, también llamada presión intraocular o PIO, hace referencia a la presión que ejercen los fluidos oculares dentro del ojo y se mide en milímetros de mercurio o mm Hg. Una correcta presión ocular es importante para tener una buena visión, así como para prevenir la aparición del glaucoma. Esto hace que cobre especial importancia conocer qué es la presión ocular, los síntomas de algún posible problema y los tratamientos necesarios.
El ojo, para conservar su forma esférica, necesita mantener una presión intraocular adecuada, ya que sus cubiertas no son rígidas y su interior no es sólido, sino que está formado por dos fluidos llamados humor vítreo y humor acuoso.
El humor vítreo es muy constante y homogéneo, ya que generalmente no cambia, y forma la mayor parte del interior del ojo. Todo lo contrario ocurre con el humor acuoso, que está presente en la zona anterior del globo ocular. A pesar de que su volumen es más reducido, sus funciones son más importantes, ya que se genera a través del filtrado de la sangre celular y contiene proteínas y nutrientes, entre otros elementos, y está en constante cambio.
Cuando estos cambios de presión se producen de manera irregular, aparece el riesgo de afecciones oculares que dañan el nervio óptico, como el glaucoma, por lo que este tipo de problemas se debe solventar lo antes posible.
Síntomas y tratamiento de una presión ocular irregular
La constante generación de humor acuoso mantiene un equilibrio que permite la correcta presión ocular, pues sale del ojo la misma cantidad de líquido que se genera. Los problemas aparecen cuando se rompe ese equilibrio causado por un insuficiente drenaje de humor acuoso, y la tensión ocular supera los valores óptimos, en torno a 15 milímetros de mercurio (mm Hg).
Cuando la presión del interior del ojo supera los 21 mm Hg podemos hablar de hipertensión ocular, que suele ser progresiva con la edad, aunque también puede deberse a otras patologías o factores externos.
El estrés o las lesiones en el ojo son algunas de las muchas causas que pueden provocar la hipertensión ocular. Desafortunadamente, muchos síntomas de una presión intraocular alta no aparecen hasta que surgen problemas más serios, por lo que es importante detectarlos a tiempo y realizarse periódicamente un completo chequeo visual para prevenir la hipertensión ocular.
Los principales síntomas de una presión ocular alta son:
- Dolor severo de ojos y de cabeza.
- Pérdida gradual de visión, generalmente en ambos ojos.
- Enrojecimiento de los ojos y visión borrosa.
- Náuseas y vómitos debido al dolor.
Existen diversos tratamientos para la hipertensión ocular, como medicamentos que ayudan al ojo a liberar líquido para reducir la presión ocular, cirugía para drenar el ojo, reduciendo la presión y previniendo síntomas y problemas más graves, o betabloqueadores que ayudan a prevenir la producción de líquido ocular.
Mantener una buena salud visual es vital. Si notas alguno de los síntomas descritos anteriormente, contacta con Medical Óptica Audición y solicita un completo chequeo visual gratuito.