Para prevenir la pérdida de audición provocada por la exposición al ruido en nuestro entorno profesional, la mejor solución es el uso de tapones a medida para proteger nuestros oídos.
Están recomendados para personas que sufren repetidas infecciones o alergias en el canal auditivo, para todos aquellos que estén en ambientes con franjas superiores a los 65 decibelios, para prevenir la entrada de agua en el conducto auditivo tras un baño, etc.
Hay varios tipos de tapones diferentes:
- Expandibles: están hechos con una espuma expandible que se amolda a la forma de nuestro conducto auditivo para que encajen en él perfectamente.
- Reutilizables: están hechos de un material flexible suave para que se adapte a nuestro oído. Gracias a su forma de colocación, el riesgo de contaminación es menor y pueden ser reutilizados de nuevo.
- A medida: los tapones a medida se obtienen a partir de un molde obtenido de nuestro propio conducto auditivo. De esta manera, el oído queda totalmente cubierto y protegido del ruido, del agua, etc. pero sin dejarnos incomunicados, seguiremos percibiendo sonidos y oiremos hablar a la gente de nuestro entorno. Tras su limpieza y desinfección, son reutilizables.