Hay veces que nos gustan las gafas pequeñas, gafas que parecen no llevar montura o que son tan finas que solo se notan las lentes.
Sabemos que cada tipo de problema visual, ya sea miopía, astigmatismo, hipermetropía o presbicia, necesita un tipo de cristal que corrija los defectos detectados. Los materiales utilizados en su fabricación, sus características ópticas y el foco, que es el punto donde convergen las fuentes de luz y que marca la distancia a la que se verá nítidamente, permiten corregir los diferentes problemas visuales.
En algunas monturas podemos ver cómo la parte inferior del cristal está al aire. Es para aprovecharnos de la estabilidad que nos ofrece una montura completa pero con el beneficio de la discreción.
Estas gafas Nordlys Angermann con un peso ligero son ideales para ir cambiando nuestras gafas.
Si buscamos líneas finas y monturas completas estas otras gafas Nordlys Torne hacen un efecto sutil de delgadez.
Las gafas graduadas pueden ser monofocales (sus cristales tienen una distancia focal y se utilizan para solucionar un único problema) o multifocales, que pueden ser de dos tipos:
- Lentes bifocales: estos cristales cuentan con dos secciones y ofrecen dos distancias focales. La de la parte superior permite ver bien de lejos y la de la parte inferior facilita la visión de cerca.
- Lentes progresivas: con una apariencia homogénea, estos cristales ofrecen un foco para ver bien de lejos en la parte superior, otro para la distancia media en el centro y otro para ver de cerca en la parte inferior.
Con este tipo de cristales no es necesario cambiar de gafas para mirar a cualquier distancia. Aunque para las lentes progresivas es necesario un periodo de adaptación para aprender a mirar por la parte del cristal adecuada.
Actualmente a las gafas progresivas también se les puede incluir una montura discreta y de corte sencillo. De aquellos antiguos cristales hemos pasado a cristales casi irrompibles y ultra finos.
Las gafas graduadas Ray-Ban pueden ser una gran elección para llevar una montura de tendencia clásica y unas líneas con un propósito de ser discretas.
Las gafas sin montura o con líneas muy finas son ideales para pieles claras.
Una vez definido el tipo de cristal con el que corregir correctamente los problemas visuales detectados, queda por elegir el tipo de gafa que mejor se adapte a la cara y al estilo de la persona. Y entre los diferentes modelos disponibles en el mercado, las gafas graduadas discretas cuentan con un diseño con el que casi no se nota que las llevamos.
Aunque las gafas de colores de pasta son muy bonitas, pueden resultar difíciles de combinar, algo que no ocurre con las gafas pequeñas y discretas. Este tipo de gafas pueden ser discretas, con monturas muy finas o incluso sin ellas, las llamadas gafas al aire o montura al aire y que incorporan lentes perforadas. Sin duda se trata de la solución ideal cuando no quieres que tus gafas sean el centro de atención.
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