Gafas de seguridad

Las gafas de seguridad cumplen con una función básica, la de proteger los ojos de ser alcanzados por distintos objetos, como pueden ser virutas de maneras o chispas, o de la entrada de polvo en suspensión. En función del entorno en el que se vayan a emplear puede ser suficiente con unas gafas ligeras con patillas, aunque para los entornos más peligrosos lo recomendable son unas gafas que cubran por completo los ojos, desde todos los ángulos, sujetas a la cabeza mediante una goma.

Si usas gafas de seguridad recuerda que es importante un correcto mantenimiento de las mismas, para no acortar su vida útil. Para su limpieza es conveniente emplear agua tibia y jabón neutro, sin abrasivos ni disolventes. Basta con enjuagar las gafas con agua para luego secarlas con un paño suave.

¿Se puede aplicar un tratamiento antivaho a las gafas de seguridad?

En función del diseño de las gafas y del entorno en el que se empleen, las gafas pueden sufrir de empañamientos que impidan seguir con tu actividad. Si es tu caso, hazte con unas gafas de seguridad con tratamiento antiempañante. Otro tratamiento recomendable para unas gafas de seguridad es el antirayado, para evitar su rayado y un desgaste rápido.

¿Puedo graduar unas gafas de seguridad?

Las lentes de las gafas de seguridad están fabricadas generalmente en policarbonato, debido a su alta resistencia a golpes. Es por ello que no cualquier gafa de seguridad se puede graduar, pero en cambio, bajo las gafas de seguridad más grandes, cercanas a una máscara, se pueden usar sin mayor problema unas gafas graduadas, mientras estas no sean de un tamaño excesivo.

Las gafas de seguridad que permiten introducir una graduación suelen ser las gafas menos robustas o grandes, que no ofrecen una protección completa ante el posible alcance de objetos de tamaño pequeño o polvo.